jueves, 9 de abril de 2009

Salvado


Semana Santa, calles cortadas, frío intermitente, tiempo impredecible que nos disfraza de combinaciones propias del Carnaval, todo un desfile de sandalia y bufanda, bañador y sudadera y demás prendas que se encuentran casualmente una vez al año en estas fechas, como una reunión de amigos separados por la distancia.Salir a la calle en estos días asfixia, provoca ansiedad y discusiones de pareja.La gente se lanza a la calle, todos, ni un sólo ser humano permanece en casa, es imprescindible salir en busca de multitudes, de empujones, de amasijos de gente que se mueve por inercia embelesados por una (iba a denominarla melodía pero me parece un premio excesivo para tan burdo sonido) especie de mal transformado solfeo que les hipnotiza, les seduce como el Flautista de Hamelín atrayendo a sus ratas, marchando como una legión de hormigas.Un cohorte de devotos, fanáticos y adictos mezclado con turistas, curiosos y olfateadores de bares, alentador mejunge que invita a la huida inmediata e insalvable, ya que permanecer en casa no te indulta de escuchar esa irritante sonoridad que parece acecharte como una muchedumbre en busca de un traidor en tiempos de antorcha.Otros, los algo menos idiotas, se dirigen a la playa en busca de un poco de paz que les recuerde que siguen vivos, pero la realidad se abalanza sobre ellos en el instante en que ingresan en la carretera.Las autovías les absorben y atrapan obligándoles a padecer una interminable espera automovilística que hace eternos los itinerarios más breves, con el único objetivo de conducirles a un supuesto destino tranquilizador que realmente no es más que un antifaz bajo el que se esconde la falta de aparcamiento, las colas para almorzar y la cólera por la inesperada lluvia, a pesar de ser conocedores de su visita anual en ésta tan anhelada semana.Así que aquí, en la austeridad de mi habitación, disfrutando de la soledad que tanto codiciaba, lleno mis pulmones de aire y respiro profundamente relajado, aislado, salvado, elegido, único y afortunado, con la única compañía de Zoe, una vela roja y una excelente música, suave pero capaz de hacer enmudecer al más deleznable de los sonidos, envidiable sensación.

2 comentarios:

  1. La luna tambien te puede salvar, engánchate a ella en las noches de bullicio, esas que no te dejan silencio para sentirte.

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  2. Inconfundibles palabras....Aliento de luz

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