lunes, 27 de diciembre de 2010

Luces y Dulces


Cruzo mis manos y apoyo sobre ellas mi barbilla.No puedo hacer más, porque este más siempre resta.
En estos días llenos de feliz navidad, igualmente y te deseo lo mejor, me siento un negro en patera recién llegado a la costa en una playa que desconozco.
Luces y dulces se autoinvitan a casa sin pedir permiso.Regalemos besos y abrazos, felicidad y cariño...Pues espero que sean lo suficientemente fuertes y profundos para que me sirvan todo el año. Porque llegará la primavera y luego el verano.Y entre tanto tal vez me rompan el corazón o pierda a un ser querido o , simplemente, quiera compartir mi felicidad contigo. Y entonces no sé si estarás, que ya nos vamos conociendo.Y los angelitos que me has mandado en tu mensaje no van a estar a mi lado para llorar conmigo.
Así que voy a rogarte que me recuerdes cuando estés bien, tranquilo, un día cualquiera, cuando no haya niguna fecha señalada que te obligue a hacerlo.Déjate de actos simbólicos formados por plantillas estructuradas que sé que reenvías sin parar.No deseo estar dentro del saco de conocidos que desatas cada navidad mientras les soplas el polvo. Si realmente soy alguien para ti haz que note que mi mensaje sólo era para mí. Y si no , sencillamente no me escribas.
Quien te lleva en el alma no te envía lluvias de estrellas ni recetas de felicidad.Está junto a ti cuando estás derrotado y levantas la mirada o comparte contigo tu momento más feliz.
Gracias a todos los que no me habéis escrito este año y a los que me habéis hecho sentir que yo era el único destinatario.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Y tú no lo sabes

Camino tras de ti y tú no lo sabes. Observo tus ojos, que dicen tanto...mucho más que tus labios. Intento hablarles pero no me escuchan, aún no me reconocen. Eres nueva aquí dentro pero te mueves como si ya conocieras el camino y lo hubieras andado mil veces. Me posees, me pierdo en tus rasgos sin darme cuenta y me detengo en cada detalle quizás demasiado tiempo, aún sabiendo que eres consciente. Y entonces me sorprendes, me lanzas un "qué", y yo te devuelvo un "nada", escudo que resguarda mis sentimientos, mis pasiones , mis deseos, mi verdad.
Me acerco a ti con la decisión y el ímpetu de quien lo lleva haciendo cada día desde hace tiempo, empujado por mi anhelo. Rodeo tu cintura con mi mano y tú no lo sabes. A escondidas entre tanta gente busco tu mano y la acaricio, dedo a dedo, y tú no lo sabes. Aprieto mi pecho contra el tuyo acercando mi rostro a tu mejilla para fundirme en tu piel, y tú no lo sabes. Mis dedos se entrelazan con tu pelo que se descuelga entre ellos sinuoso, suave, con ese olor a ti. Me separo lentamente buscando tu boca y te beso, y tú no lo sabes. Entraría sin más permiso que el reclamo de tus labios. Me ayudas, y tú no lo sabes. Me curas, y tú no lo sabes. Te cuido, y tú no lo sabes. Te espero, y sé que lo sabes.