lunes, 1 de agosto de 2011

Demonio con disfraz


Ojos de cristal, pupilas que nadan en lágrimas contenidas como lentilla en suero, llanto estancado. La ciudad me pertenece, vago por sus calles como Will Smith en "Soy Leyenda". En los últimos días sólo escucho adjetivos como intransigente, intolerante, frío, radical, tajante, demasiado sincero, este último es mi favorito. A ver resumamos, lo que prefieres es un poquito de insinceridad, ¿no? Unas mentirijillas, un dime la verdad a medias, un dame por el culo que me encanta pero dime que soy una princesa. La vaselina siempre es gran aliada, te ayuda a que no se dé cuenta de que te mueres de ganas de que sufra de verdad, sino no tiene gracia la cosa. Me gusta hurgar en tu culo sin guantes, ser molesto es más divertido que andar por ahí regalando sonrisas, para eso ya están las putas de discoteca.
No creas que me conoces si nunca me has gritado. Si el amor no consigue lo que ha conseguido el miedo, no esperes que sonría, prometo hacerte daño. Sólo quiero divertirme, no tengas tanta prisa. Si crees que soy un monstruo por qué quieres besarme. El diablo sabe lo que hace, enmascara a sus enviados con un disfraz muy atrayente. Soy como una mierda envuelta en papel de bombón. Y tú no paras de pedir más chocolate sabiendo que no es ese el sabor que buscas. Pero te encanta el bombón de mierda mmm... Una sonrisa en la distancia, una mueca divertida, un masculino trago de cerveza y en un minuto estarás aquí al lado preguntándome de dónde salgo. Y sin darte cuenta ya tendrás el anzuelo clavado en el paladar, y ahora no des coletazos porque sólo conseguirás que duela más. Déjate llevar y disfruta del dolor que tanto te engancha, como un cigarro después de comer, sabes que te mata, pero lo necesitas.
Sonrío como un ángel, beso como un ángel pero sólo soy un demonio con disfraz. Sé que si te miro te puedes borrar. Pero lo siento, eres la elegida esta noche, me gusta cómo brilla tu cuerpo, lo quiero encerrar, quiero ver si tu sangre puede curarme. Pero el baile que me invento te puede envenenar, porque estoy tan lejos de quererte sabiendo que vas a querer controlarme. Sé que quieres arrastrarme, pero no sabes de lo que sería capaz. Lo siento pero yo no estoy hecho para amar, pronto tu felicidad se convertirá en dolor. Y qué quieres que haga si ya no puedo sentir lo que siento, si mi mente destruye todo lo que deseo, si grito con fuerza mi nombre y apenas me escucho.
Mi misión es liberarme de mi tristeza y sólo lo consigo repartiéndola entre los demás, contagiándola como virus. ¿Entiendes ahora por qué debo engañarte así? No me odies por ser un demonio con disfraz.