martes, 8 de noviembre de 2011

Hasta Luego


Se fue. La vida le dijo basta y no tuvo más remedio que marcharse. Debió portarse muy bien porque la parca le ha permitido quedarse durante 98 maravillosos años y además le invitó a seguirla con mucha educación, con cortesía, como se merece alguien que ha regalado tanta bondad a tanta gente. No hubo dolor, no hubo torturas ni agujas, ni experimentos de ratón. No hubo meses eternos de hospitales ni diagnósticos para todos los gustos, muchísimas gracias.
Intentar explicar cómo era sería erróneo, para saberlo deberías haberla conocido. Simplemente diré que cuando todos los que te rodean son capaces de brindarte palabras tales como las que he escuchado sobre ella, es que algo has hecho bien.
Mi abuela no murió hace 3 días , lo hizo hace ya algunos años , cuando mi abuelo decidió que había llegado su hora. Desde ese momento su sonrisa se apagó, sus ojos se hicieron pequeños y cristalinos y pensó que sería mejor sentarse en su silla y guardar silencio hasta que pudiese ir tras él. Y así lo llevó a cabo, ni una palabra. Te miraba, sonreía para hacerte saber que te reconocía y volvía a otear el infinito buscando su final.
Me quedo con su olor a ternura, con la suavidad de su piel, con el tono en que me llamaba guapo y con todo lo que me transmitía mientras agarraba mi mano en cada visita.
Hoy te digo hasta luego. Nunca olvidaré esos ojos que me miraban con tanto amor.
Gracias por ser mi segunda madre.
Tu nieto : Ignacio.