domingo, 11 de octubre de 2009

Atrapado


Tanto sin escribir...Demasiado.Y no me refiero sólo al tiempo, sino también a todo lo que ha visitado mi mente por un instante y que he dejado escapar, esas preciadas inspiraciones que si no agarras deprisa se van para siempre.Pero no fui yo quien las dejó ir, fue esta ordinaria rutina llena de horas que a su vez están repletas de obligaciones.
Ahora vuelvo a trabajar, los fines de semana, así que no es algo que me ocupe mucho,nada importante, simplemente ponerme al servicio del pueblo para ayudarles a vestir sus desacertados cuerpos con mi personal gusto estético, algo que realmente deberían agradecerme porque la gran mayoría no sabrían ni vestirse solos cada mañana. Aunque lo que verdaderamente hago es engañarles despiadadamente con frases como " le queda muy bien" cuando la verdad es que pienso que no puede estar peor. Quizás sea mi pequeña venganza por ser los responsables de hacerme trabajar un sábado o un día de fiesta, aunque en realidad no es más que un simple acuerdo: yo les engaño, ellos lo compran y la empresa me paga por ello, si lo piensas bien no está tan mal. En definitiva, sólo es un poquito más de tiempo ocupado por obligaciones. A veces cuando me paro a pensar (algo para lo que cada vez tengo menos tiempo) me doy cuenta de que tanto "quehacer" está apartándome de mi. Me queda tan poco espacio para mi. Y esta sensación de pensar que algo mejor llegará en recompensa al esfuerzo me resulta cada vez más engañosa.
Cada uno de nosotros nos encargamos de destruirnos personal y concienzudamente.Trabajamos, estudiamos, pagamos, compramos, nos endeudamos y poco a poco vamos añadiendo inquietudes a nuestras vidas, cada una de las cuales se apodera de un trocito más de nuestro ser, acotando nuestro aire, nuestro espacio, ese que nos pertenence por naturaleza. El ser humano por sí nace libre, pero es él quien se encarga de deshacerse de si mismo con el único propósito de ser aceptado por los demás, ser uno más en el rebaño. No deberíamos permitir perder nuestra esencial pertenencia innata, la libertad. La Constitución Española proclama como valores superiores la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo político...y eso es lo más triste, que es un libro quien nos enseña cuales son nuestros valores.
No me gusta trabajar, lo digo sin nigún sentimiento de vagueza, no se trata de eso, hay demasiadas cosas interesantes y que me llaman a gritos queriendo arroparme en sus brazos como para cambiarlas por un mundanal deber. Pero desgraciadamente lo único que me queda es soñar con ello y rendirme parcialmente a lo que se me impone hacer por haber nacido como uno más. Así que trabajaré, estudiaré y lo que se me imponga, pero jamás podréis robar mis sueños, ni los rincones en los que me siento libre y disfruto de un aire limpio de libertad, la libertad que me ofrece amarte y dormir a tu lado, disfrutar de un "estr3s" que nadie posee y ser dueño de mis pensamientos allá donde esté. Sin importar dónde, ni haciendo qué, podré evadirme para buscar uno de mis sueños y pedirle que me vista de sonrisa, para no olvidarme nunca de mi.

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